La dislexia es un tipo de discapacidad del aprendizaje basada en el cerebro que afecta específicamente la habilidad de una persona para leer. Las personas con dislexia suelen tener un dominio de la lectura significativamente más bajo de lo esperado, a pesar de tener una inteligencia normal. Si bien el trastorno varía de una persona a otra, las características comunes de las personas con dislexia son la dificultad en el procesamiento fonológico (la manipulación de los sonidos), la ortografía y/o la respuesta visual-verbal rápida. En algunas familias, la dislexia se puede heredar; los estudios recientes identificaron una cantidad de genes que podrían predisponer a una persona a desarrollar dislexia. Algunos ejemplos de tipos específicos de trastornos de la lectura incluyen:
Un problema relacionado es la alexia, la perdida de la capacidad de leer cuando ya fue adquirida previamente. A diferencia de la mayoría de las discapacidades de la lectura, que ya están presentes cuando el niño comienza a aprender a leer, las personas con alexia en algún momento pudieron leer pero perdieron la habilidad luego de un accidente cerebrovascular o una lesion en la parte del cerebro que controla la lectura.
El retraso lector es una dificultad para el aprendizaje de la lectoescritura característica en los niños de 6 a 8 años y se manifiesta en aquellos que no presentan ningún tipo de patología, pero debido a las características especiales de cada uno, tardan más tiempo en alcanzar la comprensión del lenguaje y la lectoescritura. Las causas pueden ser diversas: baja capacidad intelectual, déficit sensorial, deprivación sociocultural, problemas emocionales, desmotivación o retardo madurativo en alguna de las variables que intervienen en el proceso de aprendizaje de la lectoescritura.
El ritmo de cada niño depende de cómo utilicen sus experiencias previas como soporte de nuevas ideas, conceptos y habilidades; así como del humor y el interés que pongan en esa actividad. La única diferencia entre el niño con retraso lector y el niño normal es el grado de desarrollo y no los patrones lectores, que son idénticos. Por tanto, comparten síntomas con los alumnos que presentan dislexia, pero la diferencia está en que los disléxicos centran sus alteraciones en los patrones lectores. Es muy importante saber diferenciar un retraso lector de una dislexia, ya que los niños pueden ser diagnosticados incorrectamente.
¿Cuáles son los factores predisponentes y los síntomas del retraso lector?
Factores predisponentes:
Sintomatología asociada:
¿Qué características diferenciales y criterios debemos tener en cuenta para su diagnóstico?
Características diferenciales:
Para poder diferenciar el retraso lector de cualquier otro trastorno de mayor índole, debemos descartar una serie de factores:
Criterios de diagnóstico:
La discalculia es una condición de por vida que dificulta que los chicos realicen tareas relacionadas con las matemáticas. No es tan conocida o entendida como la dislexia, pero algunos expertos creen que es igual de común.
Los expertos no están seguros si la discalculia es más común en niñas que en niños. Pero la mayoría están de acuerdo con que es poco probable que existan diferencias significativas.
Los chicos que tienen esta dificultad de aprendizaje tienen problemas con muchos aspectos de las matemáticas. A menudo no comprenden las cantidades o conceptos como mayor que o menor que. Puede que no entiendan que el número 5 es el mismo que la palabra cinco (estas habilidades a menudo son conocidas como sentido numérico).
Los chicos con discalculia además tienen problemas con el proceso de las matemáticas, como ser capaces de recordar datos matemáticos. Puede que entiendan la lógica que la sustenta, pero no cómo o cuándo aplicar lo que saben para resolver problemas matemáticos.
A menudo también tienen problemas con la memoria funcional. Por ejemplo, puede que tengan dificultad para retener en la memoria los números mientras resuelven problemas de matemáticas de varios pasos.
La discalculia es conocida con diferentes nombres. Algunas escuelas se refieren a ella como discapacidad de aprendizaje en matemáticas. A veces los médicos la llaman trastorno de las matemáticas. Puede que incluso escuche a los niños y a los padres llamarla dislexia matemática (el término dislexia matemática puede ser confuso. La discalculia y la dislexia no son lo mismo).
En el DSM-5, en cambio los trastornos de lectoescritura se contemplan en el grupo de los Trastornos del Neurodesarrollo (trastornos con origen en el período del desarrollo, caracterizados por déficits en el desarrollo con dificultades en áreas específicas o limitaciones globales en lo personal, social, académico o en el funcionamiento ocupacional), atendiendo al modelo menos categorial y más dimensional de esta última versión, agrupándose en una sola categoría: el Trastorno Específico del Aprendizaje, donde se deben especificar todos los dominios académicos y las habilidades que están alteradas.
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